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]]>El de patrimonio es un concepto más amplio, en el que se incluyen todas las posesiones de la empresa. Con posesiones nos referimos a bienes (muebles, cuentas bancarias, vehículos, locales, equipamiento…), derechos de cobro (habitualmente facturas; también letras de cambio, pagarés…) y obligaciones de pago (préstamos, deudas…).
Para responder a la pregunta de qué es el patrimonio de una empresa, pues, deberemos tener en cuenta esos tres conceptos en los que podemos dividirlo. Qué se deberá incluir en cada apartado variará según la empresa y el sector, pero en el Plan General de Contabilidad se incluyen directrices para la clasificación del patrimonio empresarial.
Aunque, como mencionamos, el patrimonio se divide en bienes, derechos y obligaciones, existe otra forma de dividirlo: en activos y pasivos.
El activo de una empresa está conformado, a grandes rasgos, por bienes y derechos, es decir, aquello que es propiedad de la empresa o supondrá un ingreso. Entre los bienes se incluyen, como explicamos, el efectivo, el mobiliario o las materias primas, entre otros. En cuanto a los derechos, podemos incluir en ellos todos los ingresos que la compañía tiene pendientes: facturas emitidas por cobrar, pagarés o letras.
Los pasivos de una empresa son, por oposición, las deudas u obligaciones que esta haya contraído y que todavía no haya saldado. Debemos incluir en este apartado créditos, préstamos, facturas de terceros, letras de cambio o pagarés emitidos en favor de terceros. Asimismo, las hipotecas o alquileres de locales u oficinas forman parte de este grupo.
Cuando hablamos de patrimonio neto nos referimos a la diferencia entre los activos y los pasivos de la sociedad mercantil. Para ser más precisos, forman parte del patrimonio neto todos los elementos que constituyen la financiación propia de la compañía. Veámoslo con un ejemplo:
El patrimonio neto, entendido como la diferencia entre el activo y el pasivo de una empresa, es un indicador básico de la solvencia de esta. Si la empresa crece manteniendo sus deudas a raya, su viabilidad será mucho mayor en el medio y largo plazo.
Esta es la definición de capital de una empresa: el valor (en dinero o en bienes) que los socios aportan a una compañía sin derecho de devolución. Esas cantidades pasan a formar parte del capital social, es decir, el capital propio de la empresa. Según el tipo de empresa que se quiera fundar, se exige un capital social mínimo, que deben aportar los socios.
El capital social constituye un pasivo desde el punto de vista contable, ya que la sociedad contrae una deuda con los socios que han aportado los bienes necesarios. El capital es necesario para que la empresa pueda llevar a cabo su actividad mercantil, pero sirve también para saldar deudas en caso de impago, ya que, generalmente, se recurrirá al capital social para hacer frente a procesos judiciales derivados de deudas.
El capital social debe constar en los estatutos sociales y en la escritura de constitución de la compañía. Para calcular el capital de una empresa, debemos tener claros los conceptos de activo y pasivo.
Para empezar, se debe restar el activo menos el pasivo de la sociedad. Así, como veíamos anteriormente, obtendremos el patrimonio neto de la empresa en cuestión. Al patrimonio neto debemos restarle la reserva legal (ahorros de la empresa para su propia financiación o hacer frente a posibles deudas) y los resultados de anteriores ejercicios, es decir, los posibles beneficios obtenidos.
Una vez hecha esa operación, el resultado nos dará el capital social inicial, es decir, las aportaciones de los socios, sean estas dinerarias o de cualquier otra índole. Cabe recordar que las aportaciones al capital social no tienen que ser necesariamente de dinero, sino también de bienes.
Una vez explicados los conceptos de patrimonio y capital empresarial, nos gustaría detenernos en las herramientas disponibles para proteger el patrimonio y el capital de una sociedad. Para evitar sorpresas desagradables, conviene estar al tanto en todo momento de cuáles son las cuentas de la compañía, así como de los movimientos que se realizan en ellas. Para preservar el capital y el patrimonio de una empresa, podemos recurrir, entre otros a:
Los primeros pasos a la hora de crear y gestionar una empresa suelen ser los más difíciles, por eso conviene tener claros los conceptos que debemos manejar y los recursos que tenemos a nuestra disposición desde el principio. Consúltanos si tienes alguna duda sobre capital empresarial y patrimonio empresarial.
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]]>L’article Cómo debe ser una cuenta bancaria para una empresa online est apparu en premier sur Bumoney.
]]>El proceso de digitalización de las empresas va mucho más allá que la simple implementación de nuevas tecnologías en las entidades. Así, la digitalización de las empresas no solo conlleva una serie de nuevas oportunidades de negocio, sino que también conlleva ciertas necesidades. Las necesidades de una empresa online son las siguientes:
Teniendo en cuenta la situación actual, son muchos los que se han pasado al teletrabajo hasta que el escenario mejore. Son muchas las empresas que han implementado esta forma de trabajar. Por otro lado, también han surgido entidades enteramente online. No es de extrañar, por tanto, que este tipo de entidades deban aprender cómo abrir una cuenta bancaria para empresa online que les permita llevar a cabo las gestiones a través de internet.
Existen muchas entidades bancarias tradicionales que ofrecen estos servicios, pero también hay bancos enteramente online. En cualquier caso, estas entidades cuentan con las siguientes características:
Las cuentas bancarias para empresas online cuentan con multitud de ventajas. Son las siguientes:
Una cuenta bancaria para una empresa online cuenta con muchas ventajas que se han de tener en cuenta a la hora de desarrollar la actividad empresarial. Además, es fundamental, no solo elegir una cuenta bancaria que se adapte a las necesidades de la entidad, sino también elegir el mejor banco para las empresas online. Para ello, lo mejor es contar con un buen comparador bancario que nos guíe en la elección.
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]]>L’article Pasos para crear una tienda online: ¿cómo te puede ayudar tu banco? est apparu en premier sur Bumoney.
]]>La creación de una tienda online profesional es un proyecto que debe afrontarse con garantías. Es necesario tener en cuenta una serie de factores fundamentales para poder montar un e-commerce:
La tienda online debe alojarse en un hosting para poder albergar su base de datos, las imágenes, los vídeos y todos los archivos que forman el sitio web. También es necesario registrar uno o varios nombres de dominio, con las extensiones apropiadas (como .es, .com, .shop, etc.).
El hosting y el registro de dominio llevan un coste que debe ser tenido en cuenta a la hora de preparar el presupuesto necesario para afrontar la creación de la tienda online.
En el mercado existen muchas herramientas para el desarrollo de tiendas virtuales. Estos CMS facilitan el proceso de creación y gestión de un e-commerce, siendo los más populares del mercado:
A pesar de que estas herramientas son gratuitas, muchos de sus complementos y temas (para añadir funcionalidades y cambiar el aspecto de la tienda) tienen un coste.
Un e-commerce debe incluir pasarelas de pago para que los clientes puedan pagar de forma rápida, segura y sencilla las compras que realizan. Cuando un cliente llega al proceso final de compra debe contar con distintas alternativas para que pueda elegir el método de pago que mejor le convenga, por eso es importante incluir las principales formas de pago en la tienda online, como son pagos por tarjeta o Bizum, entre otras.
Junto a las pasarelas de pago, los métodos de envío que incluya el e-commerce son los puntos básicos para que pueda funcionar. Ofrecer envíos gratuitos, por Correos, o utilizando prestigiosas empresas de mensajería son una buena forma de que los clientes confíen en que sus compras llegarán en perfecto estado y sin que supongan un coste muy alto.
No basta con cerrar la tienda online para obtener resultados. El mercado online es igual o más competitivo que el tradicional por lo que es necesario aportar por el marketing digital para conseguir atraer clientes potenciales interesados en lo que el e-commerce ofrece.
Las mejores estrategias para promocionar un comercio digital son:
Diseñar e implementar estas estrategias también tendrán asociado un coste que debe ser considerado.
Al montar un negocio en internet contar con el apoyo de tu banco es fundamental. El banco es un aliado que puede ayudarte en algunos puntos vitales para que puedas tener éxito en tu proyecto de tienda online, proporcionándote la financiación que necesitas, facilitándote cuentas bancarias con gastos ajustados o ayudándote a implementar la mejor pasarela de pago.
Desarrollar una tienda online es un proceso que requiere de recursos económicos. Es necesario contratar un hosting, adquirir uno o varios dominios, contratar un equipo o empresa de desarrollo web, realizar campañas de marketing digital para promocionar el negocio, e incluso contratar artistas para mejorar la imagen de la tienda.
Para financiar un e-commerce la financiación bancaria es una de las mejores opciones. Con un banco que apueste por proyectos basados en las nuevas tecnologías se podrá encontrar la financiación necesaria, con unas condiciones favorables.
Cuando se comienza un negocio online es importante ajustar los gastos al principio del proyecto, cuando aún no se obtienen beneficios o estos son muy limitados. Contar con una cuenta bancaria especial con comisiones muy bajas y que no esté ligada a unos ingresos o saldo mínimo es la mejor solución.
Comentamos anteriormente en los pasos sobre cómo poner una tienda online, la importancia de incluir pasarelas de pago para ofrecer a los clientes una forma rápida, sencilla y segura de pagar sus compras en la tienda virtual.
Redsys es la pasarela de pago que permite utilizar las tarjetas bancarias (de crédito o débito) para pagar las compras online. Para implementar esta pasarela es necesario que el banco dé de alta el servicio y facilite las claves de acceso. De esta forma se podrá implementar Redsys en el e-commerce, activando el pago por tarjeta.
Destacar que con Redsys, además de una pasarela de pago con un entorno seguro que ofrece la posibilidad de pagar con las principales tarjetas del mercado (VISA, Mastercard, etc.), también se obtendrá el beneficio de una menor comisión (comparada con otras plataformas como PayPal o Stripe).
Hemos visto cómo montar un e-commerce, destacando los puntos principales que deben abordarse para lograrlo con éxito. Desarrollar una tienda online tiene un precio, sobre todo si se quiere realizar de manera profesional para obtener los mejores resultados.
Tu banco puede convertirse en el mejor apoyo a la hora de conseguir esa financiación que te permita crear el e-commerce que necesitas para lanzar tu negocio por internet y poder crecer en un mercado tan competitivo como el actual, donde el usuario busca productos y servicios por internet con la intención de comprarlos o contratarlos desde sus teléfonos móviles u ordenadores.
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]]>L’article Consejos para emprender un negocio y ahorrar tiempo y dinero: ¡elige bien tu banco! est apparu en premier sur Bumoney.
]]>Si tienes pensado poner un negocio propio en los tiempos que corren, deberás tener muy en cuenta que es imprescindible recortar el gasto todo lo que puedas para que el negocio sea viable. Además, no solo es imprescindible ahorrar dinero, también el ahorro de tiempo es importante. Poniendo en práctica los siguientes consejos, podrás ahorrar tiempo y dinero a la hora de emprender un negocio.
Poner en marcha un negocio conlleva una multitud de gastos a los que un autónomo tendrá que hacer frente. Además, al inicio del negocio no suelen existir beneficios. Es por ello fundamental tener controlados de forma adecuada los gastos, de forma que cuadren las cuentas y el negocio no resulte inviable.
Para llevar un adecuado control, es imprescindible separar los gastos del negocio de los gastos personales, separando la cuenta bancaria corriente de una cuenta profesional dedicada en exclusiva al negocio. De esta forma, es mucho más sencillo llevar un control de los gastos de la empresa y no realizar compras superfluas cuando se tiene una cuenta bancaria exclusivamente para la actividad del negocio, así como se facilita la gestión de la contabilidad.
Para controlar mejor el gasto, es una gran idea elaborar un presupuesto con la previsión de gastos que implicará el negocio para cada ejercicio. En esta previsión, deberán aparecer los costes fijos del negocio (alquiler del lugar en que se desarrolla el negocio, el salario de la plantilla de empleados, los gastos en publicidad y en marketing, o el pago de los suministros como la luz o el teléfono, entre muchos otros), así como los costes variables —aquellos gastos que dependerán del volumen de actividad generada por la empresa o el negocio, tal y como ocurre con la compra de materias primas—. Además, es importante reservar alguna partida para imprevistos o gastos urgentes y extraordinarios.
Asimismo, se deberán prever los ingresos que se esperan obtener con la actividad del negocio, de forma que se pueda analizar la posible rentabilidad y viabilidad del negocio.
Para llevar un mejor control del gasto y una mejor previsión de este resulta conveniente la apertura de una cuenta bancaria profesional. Gracias a este tipo de cuentas bancarias —que son comercializadas por multitud de entidades bancarias—, es sencillo separar los gastos personales de los gastos derivados del negocio o empresa. En el caso de las empresas, la legislación española vigente obliga a los empresarios a separar los gastos profesionales de los gastos personales, de forma que estos estarán obligados a abrir una cuenta profesional al margen de la cuenta bancaria corriente que utilicen de forma personal.
Esta obligación no existe para los autónomos, pero, sin duda, es una buena forma de controlar mucho mejor el gasto, no incurrir en compras o costes superfluos y no necesarios ni vinculados con el negocio, poder realizar una mejor previsión del gasto y una adecuada gestión de la contabilidad. Además, de cara a una posible inspección de la Agencia Tributaria o a la tributación de impuestos, es mucho mejor poder acceder a los gastos profesionales de forma sencilla e independiente a los costes personales.
Los suministros como la electricidad, el teléfono o Internet son gastos fijos e imprescindibles para poder explotar cualquier negocio hoy en día. Al ser costes fijos, es mucho más sencillo ahorrar en esta partida:
Ya hemos apuntado la importancia de tener una cuenta profesional para los gastos derivados de la explotación del negocio. Teniendo en cuenta que nos encontramos en la era de la tecnología y de Internet, resulta beneficioso apostar por la banca online. Sin duda, contratar una cuenta bancaria con una entidad bancaria que ponga a disposición del cliente aplicaciones a través de las cuales gestionar sus finanzas supone un gran ahorro de tiempo, ya que gracias a las aplicaciones móviles o a las páginas webs se pueden llevar a cabo prácticamente la totalidad de operaciones bancarias desde la comodidad de la oficina. De esta forma, no es preciso perder buena parte de la jornada laboral en la sucursal del banco.
Además de suponer un buen ahorro de dinero, la contratación de un asesor fiscal también conlleva un importante ahorro de tiempo. El asesor financiero está suficientemente formado para la gestión de la contabilidad, para el control de los gastos y para llevar a cabo la tributación de impuestos.
Sin duda, poniendo en práctica estos consejos, podrás ahorrar tanto tiempo como dinero a la hora de emprender tu propio negocio y sabrás cómo empezar tu propio negocio. En estos tiempos difíciles en los que emprender es más difícil que nunca, aplicar estas prácticas resultará muy beneficioso.
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]]>L’article Control de costes de una empresa: ¿cuál es la mejor forma de llevarlo a cabo? est apparu en premier sur Bumoney.
]]>El control de costes en una empresa tiene como finalidad mejorar la eficiencia de nuestras operaciones a través de la reducción en los costes. Además, con el análisis férreo de los costes de nuestra empresa, obtendremos mucha información valiosa para la toma de decisiones.
El control de costes requiere del cumplimiento de una serie de pasos:
Llegados a este punto, podemos observar que el control de costes forma parte de la gestión empresarial.
El control de costes abarca varios aspectos de las finanzas de una empresa, entre ellos, los costes de producción.
Los costes de producción son todos aquellos gastos inherentes al ejercicio empresarial como, por ejemplo, el salario de un trabajador. En este sentido, se tendrá que prestar especial atención a:
La importancia del control de costes recaerá en una infinidad de gastos independientes a la producción o establecimiento de la empresa que podemos distinguir en tres grandes grupos:
Y para que veas que no es todo tan difícil como parece, aquí tienes algunas ideas para el control de costes:
Como se suele decir, se puede mejorar todo aquello que se puede medir. En este sentido, una cuenta bancaria para empresas nos facilitará un informe detallado de cada gasto habido en nuestra compañía. En este sentido, nos estaremos ahorrando tiempo e hipotéticos errores humanos que no representen la realidad de la empresa.
Aunque parezca una evidencia, mantener una cuenta bancaria para nuestra empresa impedirá que podamos tener confusiones relativas al origen de los gastos. Sin ir más lejos, son muchos autónomos que, aun pudiendo solicitar una cuenta bancaria empresarial, deciden operar con su cuenta personal. De esta forma, no existe capacidad para un análisis exhaustivo de los gastos de la actividad.
Por otro lado, controlar los costes a través de una cuenta bancaria nos podrá permitir integrar programas de contabilidad que analicen e incorporen nuestros ingresos y gastos a los asientos contables correspondientes. Esto, además, supone un gran ahorro de cara a los gastos derivados del servicio contable.
Con independencia de todo lo anterior, de esta manera podrás simplificar el proceso de planificación y control en las fases del control de gastos. Además, será más profesional y te simplificará la declaración de impuestos.
En resumen, el control de costes supondrá la optimización de la eficiencia a través de una reducción en los costes de la empresa. A tal efecto, se establecerán una serie de pautas para lograr reducir los costes sin variar los estándares de calidad que acostumbrábamos. En este sentido, el uso de una cuenta bancaria para empresa resulta ideal.
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]]>L’article ¿Quieres crear un e-commerce? Esto es lo que debes preguntar a tu banco para empezar est apparu en premier sur Bumoney.
]]>Al encontrarse frente a la oportunidad de crear un e-commerce, uno debe plantearse algunas cuestiones sobre aquello que se desea vender o el servicio que se pretende prestar. Recordemos que, como con cualquier otro negocio, dependerá de las características de nuestras operaciones y los capitales de los que dispongamos.
Lo primero que hay que saber sobre cómo crear una tienda de comercio electrónico es su constitución legal. En términos simples, necesitaremos constituir nuestro negocio de forma jurídica. Esto dependerá de la estructura de costos que pensemos implantar, el tipo de capital que manejemos y el marco de nuestra tributación. Dependerá, en definitiva, de la envergadura de nuestro negocio.
Si uno es un emprendedor cuya actividad puede realizar perfectamente por su cuenta, le conviene inscribirse como empresario individual o autónomo. Esto le permitirá operar de manera ágil y facturar hasta cierto monto. Es la forma de constitución más sencilla. En cambio, si se trata de una empresa de cierta trayectoria, lo mejor será constituirse como una sociedad de responsabilidad limitada. De esta manera, los bienes puestos como garantía para nuestra empresa son los de la sociedad constituida y no los propios —lo que sucede al registrarse como autónomo—.
Una vez hecho esto, debe elegirse un mercado y comprender lo más acabadamente cuál es el cliente modelo al que se apunta. Debemos considerar si es necesario abrir una cuenta de negocios y qué institución nos ofrece las mejores condiciones —hoy existen muchos comparadores y sitos a los que se puede acudir para elegir un banco—. Tener estos puntos en claro te permitirá desplegar un plan de negocios claro y solvente. En este plan deben estar detallados los objetivos a corto y mediano plazo, el capital del que se dispone y las necesidades financieras para ponerlo en funcionamiento. Al mismo tiempo, deben detallarse el canal de venta y el perfil comercial de la empresa.
Este primer paso tiene como objetivo conocer qué vamos a vender y si podemos hacerlo mediante comercio electrónico. Aquellos bienes inmateriales como ideas, contenido y otros bienes y servicios que no deban transportarse obviamente serán mucho más sencillos de vender. Caso contrario, debemos definir una estrategia de distribución y logística. Si no disponemos de la capacidad de realizar la entrega nosotros mismos, podemos asociarnos con un Marketplace o una empresa de reparto. Esto impactará en nuestros costos directamente. Si bien podemos cargarlo al precio y, finalmente, al consumidor, esto puede volvernos menos competitivos y hacernos perder en el mercado.
Lo primero que debemos hacer es adquirir el dominio para nuestro sitio. Debe ser un nombre sencillo pero relacionado de manera directa con la actividad y mejorar su rendimiento en los buscadores. Esto permite que las personas puedan encontrar nuestra tienda entre la multitud de las que aparecen en internet.
Existen muchas empresas y plataformas que ofrecen servicios de gestión de proyectos, métodos de pago e incluso dominios para los emprendedores que buscan realizar su actividad comercial de manera online. Debemos elegir el que nos ofrezca las mejores condiciones con base en los costos de mantenimiento y los recursos que nos ofrezcan. En el caso de vender bienes físicos, sería muy conveniente que la plataforma tenga algún convenio con una empresa de reparto.
El método de pago suele ser provisto por la misma plataforma que elijamos. Nosotros solo debemos elegir entre las opciones de las que dispone. Como mencionamos más arriba, esto depende enteramente de nuestro perfil comercial. Las empresas más serias deben permitir pagos por transferencia, en crédito, débito, PayPal, etc. Sin embargo, mientras seamos autónomos y facturemos relativamente poco, conviene ofrecer pago en cuotas y débito.
Los bancos disponen de distintos tipos de condiciones y servicios financieros que pueden ser muy útiles para los emprendimientos, especialmente si estos son tiendas de comercio electrónico.
Dependiendo de tu perfil comercial, conviene asegurarse de los siguientes aspectos:
Los avances en informática y comunicación hacen que hoy cualquiera pueda crear un e-commerce sin la necesidad de movilizar un gran capital para ello. Incluso las pequeñas y medianas empresas pueden beneficiarse de este modelo de negocios que aprovecha la sencillez y estructura organizativa de las plataformas para aprovechar al máximo sus recursos.
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]]>L’article ¿Cómo puede el crowdfunding ayudarte a iniciar un negocio? est apparu en premier sur Bumoney.
]]>El crowdfunding consiste en una recaudación de dinero colectiva que se organiza a través de internet para financiar una iniciativa o un negocio.
En este mecanismo colaborativo intervienen tres actores. Por un lado, están los emprendedores, es decir, las personas o empresas que solicitan las aportaciones. Por otro, están los patrocinadores que aportan dinero para el proyecto en cuestión. En tercer lugar, hay un gestor que funge como intermediario entre ambas partes y que obtiene ingresos por sus servicios. Se trata de una plataforma en línea.
De acuerdo con la naturaleza de los compromisos adquiridos con los patrocinadores, se puede distinguir entre cinco clases de financiamiento crowdfunding. Veamos cuáles son y sus características principales.
De donación. Es la alternativa adecuada para las empresas sin fines de lucro que buscan fondos para promover un causa o materializar un proyecto que traerá beneficios sociales. Al tratarse de aportaciones voluntarias, los patrocinadores no buscan obtener nada a cambio. Sin embargo, las plataformas más serias de crowdfunding esperan que el emprendedor les proporcione fotografías e informes que sirvan para probar que el dinero recolectado se está utilizando de forma transparente.
De recompensa. El emprendedor se compromete a retribuir a los patrocinadores regalándoles productos, proporcionando un servicio gratuito, ofreciéndoles los nuevos lanzamientos antes que al público en general, o de alguna otra manera.
De préstamo. Se trata de una financiación privada, con características similares a las de cualquier crédito financiero. Bajo este esquema, los patrocinadores esperan recibir su dinero de vuelta y una comisión adicional.
De capital. La empresa vende parte de su negocio, de manera que los patrocinadores se convierten en inversionistas.
De regalías. Los patrocinadores esperan obtener una parte de las ganancias una vez que la iniciativa que han apoyado esté en marcha.
A diferencia de otros países europeos, el crowdfunding de préstamo y de capital está regulado por la legislación española. De hecho, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se encargan de su supervisión.
La Ley 5/2015 establece que las plataformas de crowdfunding deben disponer de un capital mínimo de 60 000 euros y contratar un seguro de responsabilidad civil. Asimismo, no tienen permitido superar 2 000 000 de euros en recaudación para campañas mixtas (en la que participan inversores acreditados y no acreditados) o 5 000 000 de euros en campañas exclusivas para acreditados.
En lo que respecta a los patrocinadores, los no acreditados (es decir, los que no son personas físicas, jurídicas o instituciones) pueden aportar un máximo de 3000 euros por proyecto, sin exceder los 10000 euros anuales. En lo que respecta a los acreditados, no se fija un límite de participación.
Ahora, hablemos de los sitios de crowdfunding más populares de la actualidad:
Kickstarted. Se queda con el 5 % del dinero recabado más una comisión del 3 al 5 % por concepto de gastos administrativos. Si se alcanza el objetivo de recaudación fijado por el emprendedor, se liberan los fondos a su favor. De lo contrario, son devueltos a los patrocinadores.
Indiegogo. Presume de tener más de seiscientas mil campañas activas. No pone limites en cuanto a plazos o meta de contribuciones y su comisión es del 5 % de los fondos.
Seedrs. Su especialidad es el crowdfunding de capital, y su audiencia está conformada, en su mayor parte, por inversores acreditados. Admite aportaciones en distintas clases de divisas.
Crowdcube. La campaña de crowdfunding de capital se lleva a cabo en tres etapas. Comienza con un lanzamiento exclusivo para seguidores, clientes y conocidos. Tras alcanzar el 20 % de tu meta, se publica para la audiencia en general. Una vez conseguido el 75 %, tendrás derecho a recibir asesoría legal sin coste alguno.
La variedad de opciones de financiamiento que comprende el crowdfunding lo hacen ideal para diferentes tipos de emprendedores, lo que incluye:
Ahora bien, para aumentar tus posibilidades de éxito y no comprometer innecesariamente el futuro de tu negocio, debes hacer caso a las siguientes recomendaciones.
Cuando recibes dinero de otros, es natural que deseen algo a cambio. Analiza si puedes cumplir con tus compromisos sin salir perdiendo y sin defraudar a tus inversores. Dependiendo del tipo de crowdfunding que elijas, tienes que asegurarte de que eres capaz de demostrar que tu proyecto es realmente viable, entregar las recompensas prometidas, devolver un préstamo con todo y los intereses, renunciar a una parte de tu empresa o compartir tus ganancias.
Cada sitio de crowdfunding tiene sus propias reglas y tarifas. Además, algunos son más populares que otros. Para recibir los fondos que necesitas, debes decidir con cuidado cuál es el portal que mejor se adapta a tus necesidades y expectativas.
Necesitas ser lo suficientemente persuasivo para convencer a la mayor cantidad de personas posible de que tu inciativa de negocios es rentable y que vale la pena invertir en ella. Imagina tu campaña de recaudación como una estrategia de marketing. En realidad, le estás vendiendo a otros una idea. Por lo tanto, debes hacer una promoción proactiva de la misma, tanto en la plataforma de crowdfunding como por otros medios, como las redes sociales.
El crowdfunding te ofrece una posibilidad real de obtener la financiación que necesitas para hacer realidad tu sueño de abrir un negocio.
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]]>L’article Iniciar un negocio: ¿Cuáles son los requisitos legales y administrativos? est apparu en premier sur Bumoney.
]]>Antes de iniciar operaciones, es importante cumplir con una serie de trámites legales y administrativos. Descubre cuáles son.
En primer lugar, hablaremos de los requisitos que todo emprendedor debe cumplir para poder abrir su empresa.
1. Para efectos fiscales, acudir a la Agencia Tributaria para realizar su declaración censal del comienzo de actividad y cubrir el costo del Impuesto sobre Actividades Económicas.
2. En la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), registrarse en el Régimen Especial de autónomos (si vas a desempeñarte como un empresario individual) o, si corresponde, darse de alta como socio o administrador dentro de la Seguridad Social.
3. Visitar la Inspección Provincial de Trabajo para adquirir un Libro de Visitas. Se trata de un documento oficial en el que se registran las visitas del personal de dicha instancia a las instalaciones de la empresa.
4. Presentarse en el Registro Mercantil de la provincia para efectuar la Legalización de los libros-registros diarios, de inventarios y de cuentas anuales. Por su parte, quienes desean constituirse como sociedad mercantil tendrán que llevar a cabo la legalización de los libros-registros de acciones, actas y socios, mismos que deberán entregarse anualmente, correctamente rellenados, en esta misma instancia.
5. Ante las autoridades de certificación pertinentes, solicitar un certificado electrónico, el cual permite firmar documentos electrónicos con una firma inequívoca del propietario.
La actividad que vaya a desarrollar tu negocio determinará la clase de licencia que deberás solicitar y los organismos donde deberás inscribirte. Los pasos a seguir para cumplir con estos requisitos se pueden resumir como sigue:
1. Ir al ayuntamiento donde estará la ubicación física de la empresa y realizar las gestiones necesarias para obtener las licencias de actividad, de funcionamiento o de instalaciones y obras.
2. Dirigirse a los registros u organismos públicos que correspondan para notificar el inicio de actividades.
Si vas a tener trabajadores en tu negocio, deberás realizar el siguiente procedimiento:
1. Inscribir a la empresa en la TGSS. Al hacer esto, se asignará un número para la identificación y seguimiento de la misma. A continuación, deberás afiliar al personal en el Sistema de Seguridad Social.
2. En el Servicio Público de Empleo del Estado, legalizar los contratos de trabajo.
3. Asistir a la Consejería de Trabajo perteneciente de la Comunidad Autónoma para dar aviso de la apertura del establecimiento. Reconocido oficialmente como Centro de Trabajo, se trata del lugar donde el personal se presentará a trabajar y permanecerá durante su jornada laboral.
4. Desplazarse a la Inspección Provincial de Trabajo para obtener el calendario laboral, el cual muestra el horario de trabajo de la empresa e indica cuáles serán los días laborales y feriados, así como los descansos de cada semana y entre una jornada y la siguiente. Este programa se confecciona en base a los que dicte la regulación oficial vigente.
Poner en marcha un negocio conlleva una serie de gastos: la Redacción de Estatutos, la Certificación negativa del nombre, los Honorarios para la Notaría. También se requiere realizar el pago del Impuesto sobre Actividades Económicas y el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, entre otros. Y se recomienda solicitar los servicios de un asesor profesional.
Ahora bien, si vas a constituirte como sociedad, hay otra inversión que debes tener presente. Nos referimos al depósito del capital social, es decir, de una cantidad que cubre el valor de los bienes que posee la empresa. Este dinero pasará a formar parte de los fondos de la compañía y servirá de salvaguarda frente a terceros.
El capital mínimo que debe tener una sociedad depende de la forma jurídica que adoptará. Si será limitada, será necesario destinar, al menos, 3.000 euros. Por otro lado, a los que formarán parte de una sociedad anónima se les pide la suma de 60.000 euros.
Ya hemos dicho que el cumplimiento de las responsabilidades ante las autoridades antes y después de iniciar operaciones abarca llevar un registro contable. Hacer esto también permitirá mantener finanzas sanas en el seno de la organización. Para facilitar esta tarea, existen útiles programas informáticos de contabilidad. Hablemos de tres sistemas que no compiten entre sí, más bien, se complementan.
Contabilidad Serrato PyME. Poderosa herramienta que posee múltiples módulos que convenientemente dividen las tareas en secciones. Entre otras prestaciones, permite registrar las ventas, las cuentas por cobrar, llevar un control de los inventarios, consultar estados financieros y obtener balances.
SeniorConta. Otro programa sin costo y fácil de usar que, además de llevar la contabilidad del negocio, genera reportes y realiza diagnósticos para detectar irregularidades. También permite crear sesiones independientes para empleados, clientes y proveedores, y facilita la gestión de cuentas por cobrar y por pagar.
ContaSOL. Este software tienen una interfaz elegante e intuitiva, lo que facilita llevar las cuenta de la empresa, liquidar el IVA y efectuar el trámite del IRPF. Si necesitas más funciones, deberás adquirir la versión de pago.
Ya tienes toda la información necesaria para iniciar un negocio exitoso. Ahora, manos a la obra.
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]]>L’article Todo lo que necesitas saber sobre el seguro de negocios est apparu en premier sur Bumoney.
]]>Ahora bien, tal vez te preguntes: ¿Es obligatorio contratar un seguro de negocios? ¿Vale la pena hacerlo? ¿Qué coberturas ofrecen las aseguradoras? ¿Cuánto me costará? Sigue leyendo para obtener respuestas.
Dependiendo del servicio que se brinda, el sector y el convenio colectivo celebrado con los empleados, la ley exige asegurarse contra ciertos riesgos.
Los empresarios que tiene personal a su cargo deberán contar con un seguro de accidentes. Asimismo, para desarrollar una actividad que enfrenta a las partes implicadas a una posible reclamación por parte de un particular, es necesario contratar una póliza de responsabilidad civil.
Las compañías que pertenecen al ramo de la construcción deben ofrecer una garantía de diez años contra cualquier defecto o daño que sufra un edificio construido por la misma. En este caso, lo indicado es adquirir un seguro decenal. Y es indispensable asegurar los vehículos que se utilizan en actividades propias de la empresa.
Ahora bien, otras pólizas no son de carácter obligatorio, pero sí muy convenientes. Tal es el caso de las modalidades multirriesgo, que ofrecen protección para locales u oficinas en caso de siniestros. Por otro lado, deberías cerciorarte de que el propietario posee esta clase de seguro si alquilas un inmueble para tu negocio.
Hablemos de las nueve más importantes.
Muchos propietarios solicitan que sus potenciales inquilinos cuenten con un seguro de responsabilidad civil general antes de cerrar el contrato de alquiler. Esto es especialmente cierto en el caso de los locales que están en ubicaciones privilegiadas.
Las grandes firmas, aquellas que buscan colaboraciones a largo plazo, a menudo esperan que sus proveedores tengan un seguro que libre a la compañía de gastos en caso de que ocurra un error u omisión.
Un accidente por parte de un cliente o un empleado puede desembocar en una costosa demanda. Cuando esto ocurra, la aseguradora absorberá la mayor parte de los gastos.
Una buena manera de prepararse ante un huracán, tornado, terremoto, incendio, acto vandálico o robo consiste en adquirir un seguro que te ayude para cubrir los daños materiales en el patrimonio de tu empresa y los gastos de los días subsiguientes. Así podrás retomar el rumbo cuanto antes.
Los robos de información y retiros ilegales de dinero por parte de piratas informáticos son cada vez más comunes, y afectan a empresas grandes y pequeñas por igual. Qué bueno que las aseguradoras ofrezcan coberturas para apoyar la respuesta y recuperación ante este incidente.
Si cuentas con la póliza correspondiente, los vehículos a nombre de tu empresa y quienes viajan en ellos estarán protegidos contra daños y responsabilidades, como ocurre con cualquier particular que tiene un seguro personal de automóviles.
Al igual que otros gastos de tu negocio, el seguro comercial es deducible de impuestos.
Pagar una multa, perder un contrato público o ser sancionado civil o penalmente por no tener la cobertura exigida por las autoridades puede salir mucho más caro que cubrir el precio de un seguro.
Además de un salario justo y un buen ambiente laboral, lo que más valoran los trabajadores de una empresa son las prestaciones. Si contratas un paquete que incluya seguro de vida, de gastos médicos, de discapacidad y de jubilación te ganarás la lealtad de tu personal. Los empleados felices suelen trabajar más duro y tienen un mayor sentido de compromiso. En resumen, todos salen ganando.
Seguramente ya te has dado percatado de que las aseguradoras ofrecen diversos tipos de coberturas. Conoce más a fondo las características de los principales seguros para autónomos, pymes y compañías.
Cubre los gastos que se derivan de percances sufridos por los empleados en el cumplimiento de sus labores. Incluye la indemnización por incapacidad temporal, cese de actividad, invalidez permanente y fallecimiento.
Abarca el pago de los daños que la empresa pueda provocar durante el desempeño de sus labores. Por ejemplo, un cliente podría sufrir un accidente dentro de las instalaciones de tu negocio.
Como su nombre lo indica, protege a tu negocio contra múltiples situaciones. Esto comprende los daños estructurales en el inmueble, el mobiliario, la maquinaria y la mercancía provocados por las fuerzas de la naturaleza, los siniestros y por terceras personas.
Provee los recursos necesarios para que los empleados y autónomos puedan tener acceso a asistencia sanitaria. Dependiendo de la cobertura, los beneficiarios pueden tener derecho a revisiones médicas, medicamentos, exámenes y cirugías sin costo alguno.
El costo de una póliza comercial está sujeto a factores como la modalidad de pago elegida, la franquicia seleccionada, la cantidad de empleados, el tamaño del espacio comercial, el nivel de riesgo de la actividad laboral, y desde luego, las tarifas de la aseguradora contratada.
Con tantas variables involucradas, no es posible hablar de un precio específico. Por ejemplo, el precio para las empresas de los seguros multirriesgo en España oscila entre los 300 y 400 euros mensuales. En lo que respecta a los autónomos, las primas pueden ser mucho más bajas. Una póliza de indemnización podría tener un costo menos a 10 euros.
Hay un seguro de negocios a tu medida. Conoce tus opciones y elige el que más te conviene.
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]]>En función de ello, obtendremos una serie de restricciones y ventajas que conviene tener en cuenta a la hora de escoger la estructura más adecuada. Antes de analizar las características de las más comunes, conviene distinguir entre la personal natural o física y la personalidad jurídica, un conjunto de bienes e individuos que forman una sociedad pública o privada.
Esta estructura se establece cuando el empresario realiza una actividad por cuenta propia como persona natural o física, asumiendo los derechos y las obligaciones de su propia empresa. Es la forma más sencilla de constituirse como entidad y es habitual en pequeños negocios o profesionales autónomos.
La ley no fija una inversión mínima al respecto, como tampoco el número de socios o empleados, tan solo la inscripción en los registros habilitados a tal efecto. Es más económico y se realizan menos gestiones, pero tiene la desventaja de que se responde con los propios bienes, a no ser que se constituya como emprendedor de responsabilidad limitada.
Esta figura carece de personalidad jurídica propia y se establece cuando dos o más personas se asocian y comparten bienes o capital, siendo los primeros un requisito imprescindible para su formación. En este caso, tampoco hay que aportar una inversión mínima y es necesario firmar un contrato en el que se especifique la participación de cada uno de los socios, tanto en lo que se refiere al capital como a las pérdidas y ganancias.
La comunidad de bienes se crea mediante escritura pública y solo tributan los integrantes de la misma, que deben hacer frente al Impuesto de Sociedades, al IRPF, y al Impuesto de la Renta de no Residentes.
La sociedad civil se crea por dos o más individuos mediante contrato privado en el que se hacen constar la aportación de los socios, la actividad del negocio, las causas de disolución y el sistema administración. Hay que distinguir entre los socios capitalistas y los industriales. Si las personas implicadas tan solo aportan capital, se responsabilizan de la gestión de la misma, así como de las ganancias y pérdidas. Si aportan exclusivamente trabajo, solo perciben remuneración por su labor en la entidad.
Este tipo de sociedad es aconsejable para pequeños negocios que no requieran grandes inversiones. La responsabilidad, en caso de deuda con terceros, es ilimitada y no se exige capital mínimo para el inicio de la actividad.
La sociedad de responsabilidad limitada tiene personalidad jurídica propia, tributa en el Impuesto de Sociedades y la inversión mínima para su constitución es de 3.000 euros. Puede estar formada por un solo socio, llevando en este caso el nombre de Sociedad Limitada Unipersonal, y es una de las figuras más utilizadas en nuestro país.
El capital social lo constituyen las aportaciones de los accionistas que responden con su propia inversión, no con sus bienes de índole privada. Muchos autónomos o empresarios individuales escogen esta figura jurídica cuando aumentan sus beneficios y alcanzan cierta estabilizan financiera, ya que obtienen una importante reducción en los impuestos.
Es otra de las figuras más comunes en España y al igual que la anterior está sujeta al Impuesto de Sociedades. Funciona con las participaciones de los socios que pueden traspasarse libremente, primando la entrada de nuevos accionistas y la actividad económica de la empresa. El capital mínimo exigido es 60.000 euros y se constituye formalmente mediante escritura pública en el Registro Mercantil.
Estas sociedades tienen un consejo de administración compuesto por un mínimo de tres personas con potestad para fijar los estatutos y dirigir la entidad previo acuerdo de los miembros. La ventaja es que pueden ser unipersonales y el inconveniente que los trámites son más complejos. Además, pueden cotizar en bolsa.
La sociedad cooperativa es la constituida por los propietarios y los trabajadores de la propia empresa y tiene como objetivo prioritario el mantenimiento de los puestos de trabajo en el marco de una estructura democrática. Se puede cotizar a la Seguridad Social tanto en la modalidad de Régimen General como en la de Régimen Especial para autónomos. Se distinguen dos tipos: de primer grado, con tres socios al menos, o de segundo grado, a partir de dos cooperativas.
Las participaciones de cada socio se fijan en los estatutos que responden única y exclusivamente por el capital aportado. Las cooperativas tienen ciertas bonificaciones en el Impuesto de Sociedades y se constituyen mediante escritura pública en el Registro de Sociedades Cooperativas.
Son sociedades mercantiles, de carácter personalista. Existen dos tipos de socios: los colectivos, que aportan el capital y su propio trabajo, respondiendo de la gestión de la entidad, y los comanditarios, que solo intervienen con el capital. Estos últimos no tienen voto ni participan en las decisiones administrativas. No se exige capital mínimo para su constitución, siendo necesarios al menos dos socios y la inscripción en el Registro Mercantil.
Se rigen fiscalmente por el Impuesto de Sociedades y requieren una gran cantidad de trámites. En cuanto a las responsabilidades, los socios colectivos responden de forma ilimitada ante las deudas, mientras que los comanditarios solo por el capital invertido.
Estas son las figuras jurídicas o legales más comunes en España. Atendiendo a los factores mencionados en el inicio y analizando cada una de las opciones con detenimiento, podremos escoger la que más se ajuste a nuestras expectativas y perfil de empresa.
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]]>Para comenzar con el pie derecho y no darse por vencido antes de tiempo, es sumamente importante tener un plan de acción que consiste en una serie de pasos. Veamos en qué consiste.
Hasta las grandes corporaciones internacionales surgieron con una idea. Eso es lo primero que necesitas: determinar claramente de qué va tu negocio. No tienes necesariamente que inventar el hilo negro ni revolucionar el mercado. Piensa en algo que no ofrecen las tiendas o empresas de tu localidad y que te gustaría encontrar en ellas. Incluso un negocio convencional puede sufrir un giro de 180 grados si sabes aprovechar las posibilidades que internet te ofrece.
Define de manera específica qué le ofrecerás a tus clientes y a cuál mercado te enfocarás. Analiza cuál es la situación actual del sector en el que te desenvolverás, el perfil de los clientes, quiénes serán tu competidores. Este paso, junto con el anterior, constituyen el punto de partida desde donde avanzarás a las siguientes etapas del proceso.
Elaborar un presupuesto es otro paso fundamental. Sin una planeación realista en este campo, tu emprendimiento está condenado al fracaso. Calcula cuál será tu inversión inicial y a cuánto ascenderán tus gastos recurrentes. Esto incluye el costo del alquiler de un local comercial, la compra de la mercancía a los proveedores, el pago de sueldos a los trabajadores y de los servicios a fin de mes.
Asegúrate de tener los fondos suficientes para la puesta en marcha. Si actualmente cuantas con trabajo y los gastos iniciales no serán demasiados elevados, es preferible ahorrar por algún tiempo para financiarte tú mismo. Así comenzarás tu empresa sin deudas. Ahora bien, hay ocasiones en las que solicitar un crédito es tu mejor (y única) opción. Si ese es tu caso, investiga si eres candidato a recibir apoyo por parte del gobierno o solicitar un préstamo en alguna institución financiera. Pide solo lo que necesitas para comenzar. Otra posibilidad es asociarte con alguien que tenga capital e interés en tu idea. Eso nos lleva al siguiente paso.
Un negocio no es un simple pasatiempo que puedas compartir con otros. Así que el parentesco o la amistad no son factores determinantes para escoger un socio. Es recomendable elegir a un profesional que crea en tu idea y esté dispuesto a invertir en ella. Desde luego, iniciar tu emprendimiento con un socio limitaría hasta cierto grado tu libertad para innovar y tomar decisiones. Ten presente las ventajas en inconvenientes de una sociedad antes de tomar una decisión al respecto.
Como ocurre con la elección de los socios, no es obligatorio invitar a todos tus amigos y familiares a formar parte de tu empresa, a menos que tengan algo valioso que aportar. Tu equipo debe estar conformado por profesionales entusiastas con algo de experiencia en el entorno en el que te desenvolverás. Si quieres mantener su nivel de compromiso, tienes que pagarles un sueldo adecuado. De ahí la importancia de tener los fondos necesarios para la puesta en marcha. Puedes utilizar un portal de internet especializado para reclutar a tu personal. Tómate el tiempo necesario para hacer una buena selección y elige solo la cantidad de empleados necesaria para empezar.
Desde el principio, debes destinar parte de tu presupuesto para promocionar tu negocio. Es algo imprescindible, hasta las marcas más posicionadas del planeta siguen invirtiendo en publicidad. Generalmente, es posible lanzar campañas efectivas y de bajo costo. Tampoco subestimes el poder de la publicidad orgánica, aprovechando el poder de las redes sociales y de otras plataformas en línea para dar a conocer tu empresa. Y haz todo lo posible por fidelizar a tus clientes, ofreciéndoles descuentos y otros beneficios en sus próximas compras. Ellos serán tus mejores promotores.
Todo emprendedor tiene que cuidar sus gastos personales, al menos al principio. Con todo y los sacrificios económicos que tendrás que hacer en los primeros meses de operación, resiste la tentación de renunciar a un salario. Por tu propia motivación y salud financiera, asígnate un sueldo desde el principio. Si no lo haces ahora, te costará mucho hacerlo más adelante.
Conforme tu empresa vaya madurando y prosperando, vuelve a efectuar los ocho pasos antes mencionados. Sigue dándole forma a tu idea y desechando lo que no funciona, puliendo tu modelo de negocios, recalculando tus gastos para que tu presupuesto esté más apegado a la realidad, y buscando fuentes de financiación y posibles socios para no dejar de crecer. También tendrás que reclutar a más profesionales y seguir motivando a tu equipo, continuar con las campañas de marketing y modificar tus sueldo y el de tu personal a la alza (nunca en sentido inverso).
No importa cuál sea tu actividad comercial. Antes de iniciar operaciones, deberás realizar varios trámites ante las autoridades correspondientes. Este proceso puede ser tedioso, pero es necesario. Para que la espera te resulte lo más corta posible, trata de comenzar cuanto antes, incluso si hay aspectos de tu negocio que todavía no tienes del todo claros. A continuación, te decimos cuáles son los requisitos legales y administrativos que debes cumplir.
Antes de realizar los trámites, es esencial que determines cuál será tu forma jurídica. El tipo de actividad, el número de socios, el presupuesto inicial y tu responsabilidad frente a terceros determinará cuál es la más adecuada para tu negocio. La ley contempla dos categorías principales: la individual y la societaria. La primera es la indicada para autónomos, es decir, para emprendimientos de una sola persona. La segunda es indispensable cuando dos o más empresarios se asocian y, a su vez, se clasifica en sociedad limitada, sociedad anónima, cooperativa, sociedad civil y comunidad de bienes.
Hablemos primero del procedimiento que deben seguir los autónomos y sociedades por igual.
Para empezar, debes acudir a la Administración de Hacienda para darte de alta en el IVA y en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), obtener tu NIF (Número de Identificación Fiscal) y llevar a cabo una declaración censal de inicio de actividad y una declaración previa al inicio de actividades.
Luego, tendrás que presentarte en la Tesorería General de la Seguridad Social para inscribir a la empresa o individuo en el régimen que corresponda y dar de alta a los empleados en la Seguridad Social.
El siguiente paso es visitar el Ayuntamiento de tu localidad para obtener una licencia de apertura o de actividad que acredite que tu establecimiento tiene las condiciones adecuadas para operar sin perturbar la tranquilidad de los vecinos. Se exime a los que realizan actividades artísticas y artesanales en su domicilio, no ocasionan molestias a terceros y no venden al público en general.
En el extremo opuesto, están las actividades que se consideran molestas, peligrosas para la salud o nocivas para el ambiente. En este caso, los requisitos para obtener la licencia de apertura serán más estrictos. Dependiendo de los factores mencionados, el trámite podría incluir conseguir una licencia de obras, implementar medidas higiénicas y de insonorización y cumplir con el plan contra incendios.
Por otro lado, es obligatorio llevar un registro de todas las operaciones financieras de una empresa. Tal información se asienta en documentos conocidos como libros contables, lo cuales deben legalizarse en el Registro Mercantil. Esto se hace mediante la colocación de un certificado oficial en la primera página y la impresión de un sello en el resto de las hojas.
Ahora bien, si vas a crear una marca para tus productos o servicios, tendrás que registrarla debidamente para protegerla contra cualquier plagio. Para ello, tendrás que desplazarte de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Por último, si vas a contratar trabajadores desde el principio, entonces deberás indicar la fecha de apretura de tu negocio a la Dirección Provincial del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Además, es necesario solicitar un libro de visitas para dejar constancia de todas las inspecciones que te haga algún representante de dicha oficina.
Si tu negocio formará parte de una forma jurídica societaria, deberás emprender una serie de pasos adicionales. Veamos cuáles son.
El Registro Mercantil Central emite un documento conocido como certificación negativa del nombre de la sociedad. Su propósito es dejar constancia de que el nombre elegido para tu negocio no existe, es decir, es exclusivo de tu empresa. Puedes tramitarlo en las oficinas de la mencionada institución, por correo postal o por internet.
Para iniciar un negocio en sociedad, es obligatorio demostrar que se cuenta con fondos. Para ello, se requiere depositar una cantidad mínima de dinero en una cuenta bancaria. Este monto corresponde, al menos, a 3.000 euros en el caso de las sociedades limitadas y a un mínimo de 60.000 euros en lo que respecta a las sociedades anónimas.
Todos los socios deben presentarse ante un notario para firmar un documento que acredite la constitución de la sociedad.
Deberás dirigirte a la oficina local del Registro Mercantil para inscribir a la empresa recientemente constituida.
En el desarrollo de cualquier actividad comercial pueden surgir gastos inesperados que afecten las finanzas de una empresa, especialmente si se trata de un recién iniciado. A fin estar listo para solventar estas situaciones, te recomendamos contratar un seguro de negocios. Las aseguradoras ofrecen pólizas con diferentes niveles de cobertura. Seguramente encontrarás una que se adapte a tus necesidades. Para que puedas elegir la más adecuada para ti, te mostramos las alternativas más comunes.
Una avería en una tubería podría estropear el suelo y dañar la mercancía. Por otro lado. Un corto circuito, una fuga de gas e incluso un atentado pueden provocar un incendio o una explosión. Si no estás asegurado, podría ser difícil o hasta imposible recuperarse. Existen pólizas que cubren las compostura correspondientes y el pago de una suma para reponer los bienes.
Las obras de construcción de un edifico aledaño pueden ocasionar daños estructurales en tu establecimiento. La aseguradora intervendría para proporcionarte los fondos para las reparaciones o la reconstrucción, en el peor de los escenarios.
Las subidas de tensión pueden provocar daños en aparatos eléctricos, algunos de ellos muy costosos. Algunos seguros contemplan la reparación de tales equipos y el reemplazo, si fuera necesario.
Reemplazar ventanas, puestas, exhibidores o mostradores de cristal que se hayan roto por algún accidente o actos de vandalismo genera un gasto muy serios. Lo mismo puede decirse de los rótulos publicitarios de tu negocio. La cobertura de esta clase te ahorrará preocupaciones al respecto.
Un siniestro grave podría dejar tu establecimiento inutilizable por días o hasta meses. Mientras se efectúam las reparaciones o la reconstrucción, podrías verte obligado a buscar un local temporal. Hay compañías de seguros que te pagan el alquiler durante todo ese tiempo.
¿Estás fuera de la ciudad cuando te avisan que ocurrió un siniestro grave? Existen pólizas que cubren tu viaje de regreso para ayudarte a llegar lo más pronto posible.
Es posible asegurar un capital determinado en caso de que seas víctima de un robo en tu negocio o mientras te diriges al banco a realizar el depósito. Incluso los clientes que sean victimas de un asalto mientras están en tu local pueden beneficiarse de esta cobertura.
Las aseguradoras ofrecen la reparación y reemplazo de los equipos que sufran daños por accidentes, siniestros o atentados. Si se trata de ordenadores, el servicio incluye un intento por recuperar la información guardada en su unidad de almacenamiento.
La perdida o robo de las llaves de un establecimiento es un problema de seguridad que debe atenderse inmediatamente. Qué bueno que haya empresas de seguros brinden un servicio urgente de cambio de cerraduras y reposición de llaves.
La atención médica o indemnización ante cualquier lesión o intoxicación por inhalar algún producto químico o consumir un alimento en mal estado que sufra una persona que está de visita en tu negocio o un empleado durante sus horas laborales se puede cubrir si se cuenta con el seguro adecuado.
Un accidente de trabajo, un daño sufrido por un cliente en las instalaciones de tu empresa o una inconformidad por despido o liquidación puede desembocar en una demanda por parte de los implicados. Si estás protegido por esta póliza, la aseguradora se encargará de los gastos de defensa.
Adicionalmente, existen seguros especialmente diseñados para un negocio en particular. Compara tus opciones y elige el que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. Tarde o temprano necesitarás la cobertura que proporcionan las agencias aseguradoras.
Un último consejo: en todo momento, debes estar dispuesto a ser flexible, es decir, realizar cambios a tu plan original si ves que hay una estrategia que puede funcionar mejor.
Ahora que conoces los pasos esenciales para iniciar y mantener a flote un negocio, es momento de poner manos a la obra. Te deseamos éxito en tu nuevo emprendimiento.
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